El tiempo… que bonita palabra para joder un día entero ¿no?, en especial cuando uno está cansado de buscar oportunidades en una ciudad jodida… no, la culpa no es de la ciudad, es de nosotros mismos… del pueblo, pero ¿quién soy yo para quejarme de esto? A fin de cuentas no soy más que un xoloescuintle común (tan común como lo pueden ser los de mi especie) con una gemela y con un nombre que, antiguamente, sería una dulce ironía por esta situación: Xólotl.

No voy a empezar por contarles mis “llamas”, suficiente tendrán con las suyas como para que les comparta las mías; no quiero ser alimento para su mórbida curiosidad o un comparativo para que vean que sus jodidas vidas no están tan jodidas como la mía. La verdad es que no lo sé ni me importa, solo quiero contar mi versión de la historia ahora que puedo y recuerdo las cosas más claramente, después quien sabe si recuerde algo…, digo, abusar de la mariguana y el tabaco posiblemente ya me haya acortado la vida hasta los sesenta, si bien me va.

¿Qué les puedo contar? A grandes rasgos soy gemelo de una hermosa hembra llamada Ix Uh Chel, Ix para los amigos y familia, Chel para mí porque sé dónde lanzará el golpe; ella siempre odió su nombre completo y sólo se registra como Ix Uh, pero bueno eso no viene al caso.
Mi hermana y yo somos adoptados, nuestros padres biológicos murieron en un accidente de auto cuando teníamos menos de un año de edad, así que realmente nuestros padres son los actuales, una pareja de perros “salvajes” africanos que tienen sus raíces en el país desde la conquista y los primeros esclavos que se trajeron posterior a esta.
Durante toda mi vida, hasta hace un par de años, no me había dedicado a otra cosa que el estudio y a mi quena. Simplemente mi vida era sencilla. Viajar… casi nunca, solo en días festivos al pueblo del que viene la familia, clavado en la cierra madre del estado de Michoacán. Por cierto que hemos vivido todos estos años (casi mis veinte años) en la ciudad de México; mentada ciudad y mancha gris… provincianas sus abuelas y violencia la que se vive en sus colonias populares, como si vivieran en el paraíso…
Nunca fui un alumno de excelentes calificaciones; me mantenía en la media, ni muy ni tan, simplemente lo necesario para ir a una buena universidad, je, si tan solo hubiera sabido que sería el infierno que fue habría decidido salirme mucho antes de ella… verán, desde mi secundaria y hasta el tercer semestre de licenciatura solo he tenido una persona que realmente me entiende comprende, tristemente la llamo mi hermana; aparte de ella solo he conocido al vago del leoso de Ak Kin, ex novio de mi hermana pero eso es punto y aparte.
Ambos decidimos entrar a Historia como opción de carrera porque, si algo nos fascinaba era el conocer el cómo y por qué de la actualidad, ver esa información, esos hechos que nos dieron identidad como pueblos y que, de forma extraña y casi inesperada cambiaron todo… bueno, como dice el dicho que siempre nos decíamos, “El que no conoce su Historia está jodido”. Tristemente el gusto no nos duró poco.
Apenas terminamos el primer semestre, él se tuvo que ir de la ciudad, creo que se fue a Rusia o algo así con su familia materna y, me da pena decirlo, él me apoyaba con la inscripción y mensualidad porque, ¿para qué andar con juegos?, mi familia no es de muchos recursos y solo tiene dinero para enviar a uno de los dos a la universidad al mismo tiempo y quiero que ella esté bien; se merece más que esto que nos tocó vivir y lo vale más, después de todo yo soy macho, aquí y en China la podré hacer aunque sea en una cadena de comida rápida o del cine… sé que es injusto y machista pensar así pero este mundo no está regido por otra cosa, por lo menos no por ahora.

Para ponerles el cuento corto, no pude seguir mis estudios, me quedé sin el único amigo que tenía, porque los demás solo me ven como un conocido y no se interesan realmente por conocerme, y mi padre me consiguió un trabajo, ahora soy un “feliz” obrero en una fábrica de tablas y muebles en Michoacán. Veo a mis padres cada fin de semana y mi hermana viene a pasar algunos días entre semana conmigo por sus prácticas y estudios de “eco sustentabilidad”. Ella estudia Biología y le ha sacado buen provecho a su hermanito je.

Como ven, aquí no hay malos ni buenos. El hada madrina se fue de briaga y terminó criando sola a su hijo, los finales felices decidieron colgarse ante la abrumadora realidad de la vida y las moralejas solo son cuentos chinos que cuentan los padres a los niños para que busquen al coco que lleva muerto más de veinte años bajos sus camas por la aparición de las tejas tecnológicas y os infiernos de circuitos llamados computadora, ni mencionar las consolas y la red que nos atrapa a todos como moscas. Moscas que solo se quedan atrapadas y mueren de inanición inútilmente al no existir una araña que las aproveche ni en sus cadavéricas situaciones.

No quiero sonar pesimista, pero tampoco soy muy optimista de mi vida aunque siempre me vean sonriendo, tomando, con “amigos” o con mi familia, en realidad siempre me han pesado más las cosas malas aunque en estos días lo que más necesito es que algo suceda; la monotonía se apodera de mi vida y la sonrisa se vuelve más hipócrita cada día que paso lejos de quienes alguna vez, o aún ahora, les importo.

Bueno, aquí les tengo otra historia de un personaje que, a mi parecer, es un tanto interesante y vago, creado por mi hace un tiempo pero que le regalé a su actual dueña por cuestión de cariño ^^

Disfrútenlo. Mature for the lenguage

Text © losesno
Xólotl Gutierrez © ozyosa