Es un espectro con la forma de una mujer muy bella. Se le aparece a los hombres trasnochadores y solitarios; cuando la víctima acepta acompañar a la mujer, la cara de ésta se transforma en la calavera de un caballo, con los ojos rojos, los dientes torcidos y con olor a descomposición. Se dice que ella los mata de terror o los muerde en la mejilla para marcarlos como lujuriosos y/o adúlteros.